Dominando el golfo de Nápoles, además de su espléndida belleza natural posee unas suaves temperaturas sin alteraciones que la convierten en un paraíso durante todos los meses del año. Desde la más remota antigüedad, la isla fue un lugar deseado por emperadores, reyes y príncipes -el emperador romano Tiberio lo convirtió en su refugio favorito-.
En los años cincuenta del pasado siglo XX la jet set internacional lo convirtió en su refugio privado favorito. Brigitte Bardot, María Callas, Ava Gardner, Jacqueline Kennedy, Grace Kelly, David Niven, Aristóteles Onassis... son solo algunos de los nombres que sucumbieron al encanto de esta roca en medio del mar y que contribuyeron a acrecentar el particular encanto de la isla.
Hoy posiblemente ese glamour de antaño se ha perdido bastante -como ocurre en todo el mundo, por otra parte. El glamour parece que forma parte del ayer- pero todos los Vip's internacionales todavía se dejan ver por la isla: top models como Naomi Campbell, Linda Evangelista, Mark Van der Loo, Jon Kortajarena... diseñadores como Giorgio Armani o Karl Lagerfeld y actores como George Clooney o Scarlett Johansson son adictos a la isla de los sueños y les sigue pareciendo ideal no solo perderse durante unos días, sino también dejarse llevar por esa particular atracción que emana del dejarse ver y ser visto que como en un juego que -año tras año- se repite entre ellos y los papparazzis.
Las casas blancas, suspedidas milagrosamente en la roca. Las innumerables terrazas y balcones abiertos a la inmensidad del mar intensamente azul de Capri -el Mediterráneo se muestra aquí más azul que en ningún otro sitio-. Las estrechas y empedradas calles flanqueadas por miles de flores de todas las especies y colores dejan un recuerdo imperecedero en el corazón del visitante.
Los majestuosos restos de Villa Jovis, residencia estival del emperador Tiberio y en la que pasó los últimos 11 años de su vida. La Cartuja de San Giacomo, con su bello claustro del siglo XIV -y origen de Carthusia, el perfume del que GEORGE ya os ha hablado en algunas ocasiones-. La Villa San Michele, edificada por el escrito Axel Munthe sobre restos romanos y rodeada de bellísimos jardines...
Pero sin lugar a dudas si un lugar es la población de Capri y que junto con Anacapri forman los dos nucleos de población más conocidos de la isla. Sin duda en Capri el punto más conocido por todos es la Piazzetta, donde se alza la pequeña iglesia de San Stefano y se concentra toda la vida mundana y turistica de la isla. Via Camarelle reúne multitud de cafés, restaurantes, tiendas de lujo y elegantes boutiques -aparte de dar nombre a uno de los perfumes más conocidos y favoritos de GEORGE-.
Todas las calles del casco antiguo tienen prohibido el tráfico rodado, por otra parte bastante complejo puesto que su escarpada orografía hacen casi impracticable la circulación.
Capri posee unas playas maravillosas: pequeñas calas que encierran también sorpresas conocidas internacionalmente. Estas son la maravillosa gruta azul -piscina privada del emperador donde los rayos del sol filtrándose por las aberturas submarinas producen un efecto sorprendente- y los farallones, impresonantes rocas esculpidas sobre el mar y a cuya sombra se mecen los más lujosos yates del mundo...
Seguro que todo lo relatado ha despertado tus sueños más recónditos ¿Te apetece descubrirlos? Solo hay una manera y es visitando esta isla de ensueño.
Para más información:
es.wikipedia.org
