miércoles, 8 de octubre de 2008

BAUME & MERCIER, LA TRADICIÓN RELOJERA

Después de unos días alejados del ciberespacio, GEORGE vuelve a estar con vosotros para proseguir esta aventura siempre fascinante y creativa de descubrir para todos mundos inolvidables en los que la belleza sea la meta a conseguir y le exclusividad una esencia en si misma de nuestra manera de pensar y vivir.

Hoy GEORGE quiere hablaros de una marca emblemática de la alta relojería suiza: BAUME & MERCIER.

En 1834, en el pueblo suizo de Les Bois, la famila Baume fundó la Societé Baume Freres tomando justa fama de sus inicios por la creación de relojes esmaltados de bolsillo. En 1844 Joseph Celestine Baume se traslada a Inglaterra para establecer negocios allí y, de paso, darse a conocer en las colonias británicas.

En 1912 William Baune se une con el joyero Paul Mercier en Ginebra y abren su primera relojería-joyería alcanzando desde el primer momento una popularidad muy importante que culmina cuando en 1921 se les adjudica el Poincon -reconocimiento oficial a los productos de calidad impecable-.

Retirados ambos, tras la Segunda Guerra Mundial la marca se concentra en los relojes masculinos y femeninos dejando atras la joyería. Pronto aparece el más delgado de los relojes-calendario del mercado. En 1988 la empresa es comprada por la relojería PIAGET y en 1993 ambas pasan a formar parte del grupo CARTIER, pero conservando los tres nombres.

En los últimos años, modelos como los "Riviera" y los "Hampton" se han convertido en emblemas de una nueva forma de ver el cada vez más intrincado y espectacular mundo de la relojería. El siglo XXI se presenta espléndido para una marca cada vez más apreciada por los buenos coleccionistas y valedores de lo excepcional.

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