jueves, 19 de marzo de 2009

TOM FORD PRIVATE BLEND, EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Después de sorprender a propios y extraños con su "emancipación" de GUCCI y la creación de su propia marca, TOM FORD irrumpió sin prisa pero sin pausa en el mercado del lujo con el lanzamiento de su colección de ropa masculina y muy especialmente complementos de lujo para consumidores ávidos de productos de alta gama.

El lanzamiento de sus aromas masculinos TOM FORD FOR MEN y EXTREME creó una espectación nada disimulada. El lanzamiento de BLACK ORCHID, VOILE DE FLEUR y WHITE PATCHOULI para mujer fue aplaudida por todos los perfumistas del mundo. Sus osadas campañas publicitarias hicieron el resto.


Ahora y dando una nueva vuelta de tuerca TOM FORD ha decidido lanzar toda una colección de perfumes "unisex" con el nombre común de TOM FORD, PRIVATE BLEND.


Se trata de un regreso a los orígenes de la perfumería con una colección de doce fragancias originales y envolventes pensadas para los verdaderos amantes de perfumes que ofrecen unas fragancias con mucho carácter y que según el propio TOM FORD se adaptan al humor y la piel de cada uno, revelendo su propia personalidad y estado de ánimo.

TOM FORD lo define con estas palabras:
"PRIVATE BLEND is my own scent laboratory; it's where i have the ability to create very special, original fragances that are unconstrained by the conventions of mainstream scent-making. PRIVATE BLEND is designed with the true fragance connoisseur in mind."

Sin medias tintas, estas doce creaciones -10 eau de parfum y 2 aguas de colonia- inician un viaje olfativo con notas destacadas en cada uno de ellos: ámbar, violeta negra, cuero, cirpés, tabaco, madera, gardenia... todos ellos para ser después remezclados con ingredientes secundarios que les dan un carácter especial y único.

La visión personal del diseñador escapan a la clasificación convencional de masculinidad y feminidad. Todos pueden utilizar todos y cada uno de los perfumes, todo es cuestión de estilo y estádo de cada cual.

¿El nombre de los perfumes? TOBACCO VANILLE, OUD WOOD, MOSS BRECHES, BOIS ROUGE, PURPLE PATCHOULI, ITALIAN CIPRESS, NEROLI PORTOFINO, JAPON NOIR, AMBER ABSOLUTE, CHAMPACA ABSOLUTE, BLACK VIOLET y VELVET GARDENIA.

Todo ello presentado en un sofisticado frasco de lujo en cristal de tono marrón oscuro que evoca los antiguos frascos farmacéuticos de finales del siglo XIX.

Todos los aromas se presentan en dos diferentes tamaños: el formato de 50 ml. con un precio de 150 euros y el de 250 ml. con un precio de 400 euros aproximadamente. Precios sin duda exclusivos y que convierten a estos aromas en productos verdaderamente únicos y solo al alcance de unos pocos privilegiados, pero esa es precisamente la filosofía de TOM FORD: exclusividad.

GEORGE os recomienda que en un día como el de hoy -dia del Padre- os acerquéis a uno de sus exclusivos distribuidores y os regaléis una de estas fragancias por ser padres y porque nadie mejor que vosotros os conoce. Si no sóis padres seguro que tendréis cualquier buena excusa para daros el capricho. Noos arrepentiréis en absoluto.
Para más información:

domingo, 15 de marzo de 2009

FRANCK MULLER, MAESTRO DE LAS COMPLICACIONES

Las grandes innovaciones en el mundo de la relojería a menudo dependen de los lugares en los que sus creadores encuentran serenidad e inspiración. Son muy poco frecuentes los lugares privilegiados en los que la magia es propicia para que la imaginación de esos creadores desemboque en la creación de formas nuevas en los extensos dominios de la belleza.


Muy cerca de la ciudad de Ginebra, en el pueblo de Genthod, situado sobre una colina cubierta de viñas y árboles centenarios, dominando el lago Leman y frente al macizo imponente del Mont-Blanc, FRANCK MULLER ha instalado su taller relojero de creación y fabricación.




Nacido en 1958 ha heredado genes de ambos progenitores y si bien la precisión y el amor por el trabajo bien hecho sin duda deviene de su padre; el gusto por la estética y la belleza proviene de su madre, italiana de nacimiento.

Muy pronto sintió la fascinación por los mecanismos relojeros, unidos a la miniaturización y las complicaciones extremas. Sigue estudios en la prestigiosa escuela de relojería de Ginebra y su espiritu invenito y su talento innegable le valen desde sus inicios numerosas distinciones.

Terminados sus estudios, pronto se gana la confianza de coleccionistas y museos privados que le confían la restauración de relojes de gran valor. Sus grandes dotes de inventor y su gran habilidad creadora le llevan a lanzarse a la concepción de su propia colección personal de relojes con su propio nombre. FRANCK MULLER.

Sus principios creadores estan basados completamente en los principios mecánicos clásicos. Las piezas que produce son el resultado de una suma de ingeniería a escalas extremadamente pequeñas, alta joyería, refinamiento en el diseño y grandes dósis de paciencia, en una fabricación extremadamente delicada y precisa que requiere meses e incluso años de trabajo.

Sus pequeñas piezas -obras de arte manuales, sin duda- se contraponen al mundo de hoy en el que el reloj electrónico actual basado en la obtención de información tranfsormada en señales electrónicas a partir de las oscilaciones del cuarzo se han convertido en lo habitual.

El largo proceso de fabricación y su extremada dificultad que requiere de manos sumamente expertas se traduce en la exclusividad de su producción, elevado precio y por lo tanto, pieza codiciada por coleccionistas de relojes de alta gama de todo el planeta.

Una especial pasión por el estilo "Art-Decó" está presente en muchas de las colecciones de este genial suízo que sin embargo en los últimos años ha presentado modelos de una variedad innegable. Su belleza va paralela a la calidad incuestionable de su mecánica.

Entre sus colecciones de relojes "exclusivísimos" destacan:


MASTER BANKER, capaz de mostrar diversos usos horarios.

CURVEX MINUTE REPEATER TORBILLON, cuya producción se limita a 25 piezas por modelo.

CORTEZ, probablemente el reloj más expresivo en cuando a su profusión de lujo por los materiales empleados en su realización.

Sus "master of complications" son objetos de deseo de amantes de la relojería mundial. Poseen entre otras características un calendario perpetuo, indicador de fase lunar las 24 horas, indicador de temperatura interna y repetido de minutos sonoro.

Evidentemente se trata de verdaderas obras de arte con precios acordes a la belleza del producto final. GEORGE adora y colecciona los relojes de este maestro conformando un pequeño tesoro personal que en días grises y lluviosos admira embelesado en sus "scattolas dil tempo" junto a modelos de otros reputados relojeros mundiales.

Nadie va a negar que en estos tiempos difíciles es necesaria la contención, pero también es cierto que si decides hacer una inversión en ti mismo, un FRANCK MULLER es un valor seguro que gana calidad, prestigio y valor con el paso de los años. Invertir en belleza es, qué duda cabe, invertir en paz y serenidad para uno mismo.
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