lunes, 26 de octubre de 2009

BALENCIAGA, MAESTRO DE MAESTROS

En este recordatorio a los "grandes" de la moda por antonomasia hoy ha llegado el momento de rendir homenaje al maestro de los maestros, al más grande diseñador y modisto de la historia: CRISTOBAL BALENCIAGA.


Nacido en el País Vasco, en la localidad de Guetaria en 1895, cabe el honor de que este español universal fuera considerado -y todavía hoy se le venera- como el más grande creador de alta costura.

Nacido en el seno de una familia muy humilde -el padre, pescador, la madre, costurera- desde muy pequeño soñaba con ser modisto. A los trece años, la marquesa de Casa Torres, que veraneaba en la localidad vecina de Guetaria, fascinada por los dibujos de los modelos que imaginaba, se sintió conmovida ante las ansias del niño por aprender el oficio y le planteó un reto: le entegó una tela junto a uno de sus más exclusivos vestidos -un original de Worth- con el objetivo de que él lo copiara y demostrar su talento. El resultado fue tal que, a partir de aquel momento se conviertió en su mecenas económica y socialmente.

El éxito fue fulgurante. BALENCIAGA abrió una tienda en San Sebastián en 1914 y muy pronto abre sucursales en Madrid y Barcelona. Se convierte en proveedor oficial de la Casa Real española. (La reina Victoria Eugenia se convierte en su más ferviente admiradora). Pronto toda la alta sociedad española se rinde a sus pies.

La Guerra Civil española le obliga a cerrar sus negocios y exiliarse a París. En 1937 abre su taller parisino en la Avenida George V.

En dos años se convierte en el nuevo ídolo de la alta sociedad francesa. Impone su estilo totalmente innovador, con líneas de hombros caídos, cinturas pinzadas y caderas redondas.

De él, COCO CHANEL dijo: "Él es el único de nosotros que es un verdadero "couturier". En efecto, CRISTOBAL BALENCIAGA es todo un maestro en el dominio de la costura y el manejo de tejidos.

A partir de los años 50 del pasado siglo se convierte en el auténtico "rey" de la moda. Sus vestidos negros, los abrigos cuadrados sin cuellos ni botones, la manga japonesa, el vestido túnica y los impermeables transparentes se convierten en auténticos "must" de la aristocracia de todo el mundo. Su predilección por los tejidos con peso y bordados a mano con lentejuelas o pedrería se convierten en objeto de deseo de todas las "fashion victims" de la época.

Su nivel de exigencia le llevaba a desarmar un vestido si no quedaba a plena satisfacción. Su memoria prodigiosa en cuanto amedidas le permitía crear diseños exclusivos para sus mejores clientas sinnecesidad de pruebas. MARLENE DIETRICH afirmaba que conocía sus medidas mejor que ella y nunca ningún vestido de BALENCIAGA precisó de retoques.

Sus acabados casi escultóricos, la capacidad de montar un vestido con un paño, sin apenas cortes ni costuras y en poquisimo tiempo, su hablidad a la hora de crear volumenes y formas fue asombrosa. Sus modelos rindieron homenaje a los grandes de la pintura española que el admiraba de sus días de visita al Museo del Prado: Velázquez y Goya fueron para él fuente de inspiración.

Su carácter reservado y su método de trabajo riguros y discreto lo convirtieron en una figura legendara en el mundo de la moda y admirada por la alta sociedad. Nunca le gustaron ni la vida de sociedad ni las grandes multitudes. Su vida privada se guardó con celo y no dudaba en querellarse con cualquier medio que intentara inmiscuirse en su vida.

Se retiró tras 50 años en activo, volviendo solo para la creación del vestido -póstumo, pues no lo llegó a ver acabado- de boda de Carmen Martínez Bordiu en su primer matrimonio con Alfonso de Borbón, duque de Cádiz. Tras su fallecimiento, acaecido en Valencia en 1972, la firma se mantuvo en activa, principalmente en la gama de perfumería y accesorios. Sin embargo inició una lenta e imparable decadencia de la que hoy todavía no se ha recuperado.

Sus perfumes -muy alabados en su momento- pasan desde hace mucho tiempo por un ostracismo ilógico, esperando que alguno de los grandes grupos empresariales actuales les saque de su letargo y ofrezca un relanzamiento de primer nivel.

Perfumes como "Rumba", "Cristobal Balenciaga" o "Talisman" en mujer y "Ho Hang", "Balenciaga pour homme" o "Cristobal" en hombre podrían ser de nuevo verdaderos iconos de los nuevos tiempos. Solo es de esperar que alguien se decida.

Sus colaboradores y ayudantes, entre ellos ANDRÉ COURRÈGES, EMMANUEL UNGARO y HUBERT DE GIVENCHY han tenido posteriormente firma propia. Ninguno se atrevió a convertirse en el sucesor de la "maison".

Hoy, 37 años después de su desaparición GEORGE reivindica su nombre y su puesto en el firmamento de los iconos de la belleza. Descanse en paz.

Para más información: