Con una cocina auténtica, lejos de influencias modernas y de tendencias de temporada, este local ofrece productos de una inmejorable calidad, conseguidos diariamente en el mercado y en los propios recolectores.
Con estas materias primas, su cocinera y propietaria, Mercé Navarro, con la ayuda de Inma Crosas nos transporta a todo un mundo de sensaciones. Su fusión perfecta entre la cocina tradicional catalana y las nuevas técnicas (nunca tendencias) hace que nos presente platos totalmente respetuosos con sus origenes pero dándoles el toque actual de ligereza y actualidad que requieren.
Aviso a posibles clientes: los amantes de la nueva cocina "de diseño" se sentirán defraudados.
La sala, bajo el control de Joan Crosas, está dotada de una luminosidad cálida, a la que se le suma el pequeño jardín-terraza que, llegadas ya estas fechas de primavera y antes de que el bochorno del agosto barcelonés recale de lleno en la ciudad,procura al comensal durante su comida o cena de unas sensaciones difíciles de olvidar.
El ambiente es muy agradable, con una decoración que estimula la conversación. Un servicio correcto y eficiente que, tal como le gusta a GEORGE, no se sobrepasa con excesos amistosos tan queridos por cierto tipo de personas y que a GEORGE no le entusiasman.
Platos como el bacalao con cebolla confitada y judías del "ganxet", arroz con "espardenyes" y alcachofas, gambas con crujiente de puerros y meloso de ajo nos llevan al punto más alto de placer. La carta se renueva cuatro veces al año.
Una bodega amplia, unos entrantes excelentes y unos postres fenomenales reafirman a un local que a pesar de su próximo cuarto de siglo sabe mantener su cocina no sólo con la calidad del primer día, si no que día a día va mejorando ostensiblemente.
El precio medio oscila en los 70 euros.
Su dirección: Calle Séneca, 20.
Fotos extraídas de: http://www.mesalibre.com/
Para más información: http://www.roigrobi.com/
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