lunes, 10 de agosto de 2009

FRANC VILA, ESPIRITU DE MODERNIDAD

Hoy quiero hablaros de relojes. Y hablando de la máquina del tiempo quiero centrarme concretamente en una nueva marca que en muy poco tiempo -seis años- se ha posicionado como una de las más reconocidas y apreciadas por los coleccionistas de relojes del mundo entero: FRANC VILA.


FRANC VILA es una valenciano que se obsesionó con la creación del reloj perfecto para su uso personal. Sus amigos mostraron verdadero interés y comprendió que la idea podía llegar a tener éxito comercial. Aunque su idea inicial era crear una marca genuinamente española, muy pronto se dio cuenta que para llevar a cabo sus objetivos de calidad debía trabajar con artesanos relojeros suizos.

La idea básica de FRANC VILA es crear grandes complicaciones relojeras de estética contemporánea respetando las técnicas y estándares de altísima calidad de la alta relojería tradicional. Esto se consigue produciendo series ultralimitadas de entre 8 y 88 piezas dependiendo del modelo.



Su primer modelo fue un repetido de minutos con calendario perpetuo (extremadamente complicados por la dificultad de que el mecanismo pueda saber en qué posición están las agujas para poder dar los toques sonoros correspondientes).




En dos años creó su primer "tourbillon". Al año siguiente llegó el primer "tourbillon" cronógrafo de ruedas de columnas monopulsador en el que todo el mecanismo queda visible al lado de la esfera.


Hoy FRANC VILA produce 700 relojes al año que son admirados muy especialmente en España, Estados Unidos, Holanda, Emiratos Árabes, Portugal, Reino Unido y Australia. Su precio oscila entre los 16.000 y los 300.000 euros.


Con esta marca, el nombre de España -aunque de forma indirecta- está llegando a todos los rincones del mundo donde exista un fanático de la alta relojería. GEORGE admira este mundo de belleza infinita y por eso os recomienda que -siempre que tengáis ocasión- no dejéis de admirar esta infinita muestra de precisión revestida de la más rabiosa modernidad. Pocas veces belleza y contemporaneidad han ido tan unidas de la mano. Esta es una de ellas.



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