Al acabar la Segunda Guerra mundial y tras comprobar como en los últimos días de mayo de 1945 los bombarderos rusos destruían la casi totalidad de la factoria, la fábrica de relojes fue incautada por la Unión Socialista Alemana; WALTER LANGE, el heredero de la compañía, huyo a la Alemania occidental, abandonando la Alemania del Este.
En 1951 la Alemania del Este fusiona todas las compañías relojeras en una sola empresa estatal denominada UHRENBETRIEBE -conocida como GUB-. El nombre mítico de A.LANGE SOHNE queda erradicado de los diales de la relojería mundial y los ejemplares de antes de la guerra pasan a ser objeto coidicioso de coleccionistas de todo el mundo.
Tras la caída del muro y la reunificacion de Alemania en 1989 -hace ahora 20 años- WALTER LANGE, nieto del fundador regresa a Glasshutte para restituir la herencia relojera de la familía y recuperar su patrimonio con la intención de restituir la fama y el prestigio mundial de la marca.
Cuatro años después, presenta en Dresde los primeros A. LANGE SOHNE de la nueva era.
Hoy los relojes A.LANGE SOHNE son un producto verdaderamente único. GEORGE adora sus placas,puentes, piezas de acero, oro, platino y oro rosa. Sus ruedas y piñones elaborados con una precisión excepcional, siendo asistidas por la tecnología más avanzada y con su ya clásica terminación artesanal siempre a mano.
Todos los movimientos son meticulosamente montados y ajustados en cinco posiciones. Cada obra se convierte en una pequeña pieza maestra para ofrecer al mundo una promesa de un reloj artesanal, clásico, diferente e infrecuente en este mundo de hoy complicado y acelerado.
