AIRE DE SEVILLA O EL RETORNO A AL-ANDALUS

Siempre es tiempo para volver a Sevilla... incluso ahora en verano y a pesar de sus altas temperaturas. La ciudad tiene una vida superior al resto de las ciudades del mundo. Un desfile ingente de multitudes preside calles, plazas y pequeños rincones de esa maravilla del mundo que es la capital andaluza.

Para huir de ese mundanal ruido Sevilla tiene un secreto muy poco conocido que hace las delicias de los buenos conocedores de los escondites mágicos. Un escondite donde sentir lo que otros, hace casi 1000 años atrás sintieron e hizo que enseguida se enamoraran de aquel lugar.

AIRE DE SEVILLA es un refugio en el que bebe la historia, atrapado entre unas paredes que son refugio arquitectónico de un tiempo remoto y que hoy -como por arte de magia- felizmente se ha recuperado para deleite de almas sensibles como la de GEORGE.

Enclavado en pleno barrio de Santa Cruz, a pocos metros de la grandiosa catedral sevillana, en una bellísima casa-palacio del siglo XVI construído por un Virrey de las Indias, AIRE DE SEVILLA es la memoria restaurada de un placer que los árabes exportaron a todo el mundo y que después, por avatares de la historia desapareció: los baños públicos.

Entre arcos mudéjares, lacerías y alfarjes surge este lugar lleno de rincones evocadores gracias a la fidelidad de la época (pero al mismo tiempo dotado de todas las tecnologías de hoy). Muebles y tonalidades de color nos recuerdan las remotas épocas y así, una tradición milenaria como es el Hamman se refleja hoy de nuevo en una ciudad que poseyó multitud de ellos y que -desgraciadamente- se perdieron posteriormente con la reconquista.

Aguas termales, recreo para el cuerpo y la vista... Al igual que los romanos -sus inventores- y después los árabes, AIRE DE SEVILLA se fundamenta en el ritual clásico de los tres tiempos: el trepidarium a 36 grados de temperatura, el caldarium a 40 y finalmente el frigidarium a 16 grados. Estos contrastes proporcionan al cuerpo una sensación única. Unidas a los baños de sal, de esencias, de chorros, a las salas de relajación, al posterior té, en los salones superiores... el leve rumor del agua mientras desde las ventanas caladas como por encaje contemplamos los bellísimos tejados del barrio de Santa Cruz y nos dejamos extasiar por la belleza de la cercana Giralda... todo es confort y lujo -unos vestuarios impecablemente decorados, un servicio digno de otros tiempos-. La estancia en AIRE DE SEVILLA es el placer de la evocación de como se vivía en el Al-Andalus de las mezquitas y los alcázares. El retorno a unos tiempos inmemoriales pero con el confort de hoy.

¿Te vas a poder resistir?


Fotos extraídas de:

http://www.airedesevilla.com/

Para más información:

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http://www.blanearios.lejosdelaciudad.com/