GEORGE vuelve a estar con vosotros después de unos días de inactividad (lo sé, a veces os abandono pero también los seres etéreos tenemos derecho a un poco de paz espiritual) y retoma este blog con nuevos bríos renovados para ofreceros toda la información que los amantes de la belleza y de la calidad requieren. ¿Que mejor manera que retomar las cosas hablando de un producto tan sutil como es el champagne francés?
Debe quedar claro que GEORGE no rechaza el maravilloso cava catalán (en muchos casos -y con toda la sinceridad del mundo- incluso superior a muchos champagnes. Sin embargo de los que hoy hablaremos estan a la altura excelsa de los mejores del universo. De ello no os quepa duda ninguna.
El nombre de CHAMPAGNE viene de la región francesa, situada al noroeste del país. Conocida ya por los romanos que la denominaban vinum titillum, en el siglo XVII se populariza el consumo de estos vinos en las cortes inglesa y francesa.
En 1660 se empieza a embotellar poco antes de concluir la primera fermentación, a fin de preservar sus aromas, pero a consecuencia de ello aparecen las burbujas, sobre todo en los vinos pálidos, de baja graduación y embotellados en el equinocio de primavera.
Fuente de preocupaciones para los productores que lo denominan "vino del diablo" y "salta-tapones" por el número de botellas estalladas y los tapones que saltaban. Si no llega a ser por la gran popularidad que obtiene en Inglaterra se hubiera abandonado esta forma de producción.
En 1670 el monje dom Perignon de la abadía benedictina de Hautvillers introduce una serie de cambios, tal como la selección de la uva, el corcho cónico sujeto con grapa metálica y el vidrio más grueso en las botellas. A pesar de los esfuerzos el origen de las burbujas continuó siendo un misterio hasta que Louis Pasteur estudió la fermentación en el siglo XIX.
La primera firma de champagne tal como la conocemos hoy fue creada por Nicolás Ruinart en 1729.
Durante el siglo XVIII comienza a adquirir renombre internacional. Productores como Claude Moët, Florenz Louis Heidsieck elaboran caldo de gran calidad. En el XIX la familia Bollinger o Pierre Nicolas Perriet-Jouët continuan con la producción. La señora Pommery y sobretodo la señora Clicquot (la más famosa de las viudas)-esta última conocida como la "Gande Dame de Champagne" contribuyen a la notoriedad del champagne.
El Zar Nicolás II fue un gran bebedor de champagne. Maurice de Talleyrand lo definió como el "vino de la civilización". La "Belle Epoque" lo convierte en su talismán y bebida oficial.
Para su elaboración se combinan uvas como la chardonnay (blanca), pinot noir (tinta de pulpa blanca) y pinot meunier (variación de la anterior). Todas ellas entremezcladas, según las variedades con arbanne, petit meslier, pinot de juillet, pinot gris, pinot rosé y pinot blanc.
Los champagnes "blanc de blanc" son 100% chardonay. el "blanc de noir" es únicamente con pinot noir. Se clasifican según su dulzura, de mayor a menor:
Doux (más de 50 gramos por litro.)
Demi-sec (de 33 a 50 gramos.)
Sec (de 17 a 35 gramos.)
Extra Sec (de 12 a 20 gramos.)
Brut (menos de 15 gramos.)
Extra Brut (menos de 6 gramos.)
Brut Nature (menos de 3 gramos.)
La industria del champagne se concentra en los alrededores de la ciudad de Reims y Épernay, se divide en atención a los volúmenes producidos entre las grandes marcas.
¿Las preferidas de GEORGE? son muchas las escogidas pero si hemos de destacar algunas concretas destacaríamos LOUIS ROEDERER, BOLLINGER, VEUVE CLICQUOT, KRUG, TSARINE MUMM y otras de vinateros más artesanales. DOM PERIGNON es excelente en algunas añadas pero su desorbitado precio no compensa la calidad de sus caldos. Eso sí, su rosé es un espectáculo en si mismo. MOËT CHANDON es una gama intermedia que puede aportar mucho por un precio asequible. Si tuviera que escoger uno en si mismo con una buena relación calidad-precio GEORGE se inclinaría sin dudarlo por el Rosé de Tsarine, un auténtico regalo para el paladar.
Vale la pena dejarse tentar de vez en cuando por sus burbujas y descorchar una botella para cualquier celebración íntima. Siempre hay algo que celebrar en familia, en pareja o incluso uno solo. Para esos momentos está pensado el CHAMPAGNE y no debemos desaprovecharlo. Es una invitación a la vida y la vida siempre -incluso en los peores momentos- debe ser una fiesta.
3 comentarios:
Cuantos días sin noticias de GEORGE!!
Muy interesante este artículo sobre la bebida de mi país.
Sin duda el champagne es una delas bebidas que, de no haberse inventado, debería hacerse de inmediato.
Pues a mi el DELAPIERRE me mola mogollón y es mucho más barato que todo esto de lo que tu hablas.
Si ya se que lo del champan frances es más glamuroso y elegante pero chico, yo soy un pobre obrero que no sabe distinguir tanto entre unas burbujas y otras aunque eso si, que me den brut que el semi seco es horrible.
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