miércoles, 18 de febrero de 2009

LA FENICE, EL RENACER

Para finalizar nuestra estancia veneciana GEORGE quiere recomendaros que para redondear esta visita a la maravillosa y romántica ciudad, aprovechéis la ocasión, puesto que en estos días de carnaval, la ciudad se viste de gala para disfrutar de una de las óperas más bellas del repertorio lírico mundial: ROMEO Y JULIETA.







¿Y en qué lugar podría celebrarse este maravilloso acontecimiento si no es en el maravilloso teatro de LA FENICE?

Al margen de los clásicos y renacidos bailes de carnaval que se celebran en su platea libre de butacas, en estas fechas hallamos la ópera veneciana en la plenitud de su temporada teatral.

Paradójicamente, LA FENICE (Ave Fénix) ha renacido por segunda vez cual la leyenda y el fuego devastador que lo destruyó la aciaga noche del 29 de enero de 1996 (que triste es el mes de enero para la ópera. Nuestro LICEO barcelonés tambien sucumbió en ese mes) nos trajo años después este nuevo teatro igual que el anterior pero más jóven y bello.


LA FENICE nacio a expensas de otro teatro anterior también destruído por las llamas en 1774, el San Benedetto. Su contrucción comenzó en 1790 y en 1792 tenía lugar su inauguración.

En 1836 es de nuevo pasto de las llamas y de la misma forma renace 12 meses despues. La destrucción de 1996 tardó mucho más en ser recontruída: exactamente 7 años, hasta que la noche de el 14 de diciembre de 2003 reabría sus puertas para ofrecernos LA TRAVIATA de Giuseppe Verdi. La misma ópera que Luchino Visconti (el director que mejor ha sabido plasmar la belleza de la ciudad en el cine) representaba en su escenario en la película SENSO, ante los ojos apasionados de Alida Valli.



38 millones de euros fueron necesarios para poner de nuevo en pie este delirante antojo de la arquitectura rococó. El edificio de hoy es una réplica del de ayer pero con una puesta al día y con unas condiciones de seguridad dignas del siglo XXI.

Sus techos de estuco y frescos fueron contruídos fuera del lugar y trasladados pieza a pieza como si de un puzzle se tratara. Los piledemadera antiguos fueron sustituídos por hormigón armado. Todo para que la historia no se repita una vez más

Hoy los amantes del "bel canto" estamos de enhorabuena. Por fin podemos volver a disfrutar de una representación de la ópera más romántica del mundo en la ciudad más romántica del planeta.

Capulettos y Montescos van a enfrentarse una vez más ante los ojos hechizados de espectadores que -conozcan o no la historia- se emocionaran una vez más con la desdichada historia de los amantes veroneses creada a partir de una historia real por Whilliam Shakespeare y musicada por François Gounod.

¿Vas a rechazar la ocasión?

Para más información:

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Todavía se pueden encontrar entradas? Yo, siempre que he ido a Venecia y he intentado comprarlas me encontrado con la desagradable sorpresa de localizar solo entradas de patio sueltas o localidades de paraiso laterales. Agradecería me informaran si hay alguna agencia que las venda anticipadamente con la antelación suficiente.
Gracias.

Anónimo dijo...

Yo no he ido nunca a la opera. Mi Sari fue una vez al teatro del Liceo cuando actuo la Pantoja patrocinada por el Justo Molinero.

Mi suegra llamó a Radio Taxi y les tocaron 2 entradas para ver a la Isabel Pantoja cantando en el teatro del Liceo y según me dijo mi chati le gustó mogollón porque está todo lleno de dorados y espejos y todo estaba muy limpio (ya las adviritieron que no podían comer pipas ni nada).

Mi Sari y la suegra iban vestidas de alucinar, con los mksmos modelos que se habían puesto un mes antes en la boda de la prima Conchi (prima de mi mujer) en Santa Coloma.

Yo, si un día puedo me gustaría ir a la ópera, porque aunque no entiendo mucho(o nada) me gusta escuchar ese tipo de musica de vez en cuando porque te quedas super relajado. Me gusta mucho escuchar canciones del Tutto Pavaroti que se murió, del Divo y del Pol Pots... ah, y el duo de Marta Sanchez con el cantante ciego de opera ese.

Ya se que igual no es lo mismo pero a mi me mola.

Anónimo dijo...

LA FENICE es un verdadero templo de belleza y buen gusto. Asistir a una sesión operística en ese coliseo es lo más parecido a acceder al paraíso. Bello espacio, bello lugar, bellísimos y bellísimas asistentes con ese estilo que sólo los italianos poseen.

Vale la pena el desplazamiento para disfrutar de oído y vista!

Anónimo dijo...

Si algun día voy a la opera veneciana tendré muy en cuenta sus indicaciones. Gracias por la información GEORGE.