jueves, 2 de julio de 2009

HACIENDAS YUCATECAS, LA MANERA DE ALOJARSE EN EL PARAÍSO

Durante la época del "oro verde", -el cultivo del henequén- a finales del siglo XIX, las haciendas yucatecas nacieron y vivieron un enorme auge. A mediados de los años 40 del pasado siglo XX la invención del hilo sintético hizo que la industria creada a partir del cultivo de la planta del henequén cayera abruptamente y con ello el gran esplendor de estas haciendas.


A finales del siglo pasado, las Haciendas del Yucatán recobran el auge y el esplendor gracias al turismo de calidad. Ahora, reconvertidas en lugares de perfecta armonía con la naturaleza, las HACIENDAS YUCATECAS se convierten en el lugar ideal para el descanso, la reflexión y la meditación. Es una manera única de conocer uno de los rincones del paraíso terrenal, alejados del bullicio de los hoteles convencionales.

Viejas salas de máquinas convertidas en en restaurantes de comida típica de la zona pero revisitada de forma contemporánea. Establos y corrales reconvertidos en piscinas y spas; antiguas estancias señoriales, ahora salones y suites con un encanto y una peculiariedad especial. Todo esto y más son las HACIENDAS YUCATECAS.

Hay innumerables haciendas en todo el estado y cada día se reconstruyen y restauran más. Las favoritas de GEORGE son:

XCANATÚN: construída en el siglo XVIII. Cuenta con 18 suites. Ubicada cerca de la capital, Mérida.

MISNÉ: hacienda del siglo XIX. Posee 50 habitaciones. Un verdadero oasis a 6 kilómetros del centro de Mérida.

SANTA ROSA DE LIMA: a una hora del aeropuerto internacional de Mérida. Techos de hasta 7 metros de alto, decoración romántica y terrazas con hamacas al estilo maya. Todo un mundo de sensaciones.

SAN JOSÉ DE CHOLUL: 15 habitaciones acogedoras, 10 suites y 5 villas dan la bienvenida al visitante en una hacienda de anchos muros, techos altos y sombreados ventanales.

TEMOZÓN SUR: a media hora de Mérida. Su belleza singular es su mejor carta de presentación.

SAN ANTONIO MILLET: ubicada en un paraje rodeado de árboles milenarios. Una estancia de ganado fundada en 1667 y posteriormente hacienda henequera. Posee 9 dormitorios con todos los lujos del nuevo siglo.

OCHIL: íntima y encantadora. Una estancia en ella, mientras nuestro cuerpo se relaja con un masaje o deja acariciar nuestra piel cansada en el spa nos devuelve a un mundo de paz y armonía.

SOTUTA DE PEÓN: su llegada a losmos de viejos carruajes locales tirados por mulas ya es toda una invitación al relajo. Una estancia en ella es una experiencia única.

Hay muchas maneras de descubrir Yucatán, pero sin ninguna duda una estancia en una de las HACIENDAS YUCATECAS es la mejor forma de conocer unas tierras ancestrales llenas de encanto, autenticidad y belleza. GEORGE te la recomienda y te asegura que no te arrepentirás de la experiencia. Además por mucho menos de lo que te imaginas. Vamos, es tu oportunidad. No la dejes escapar.

4 comentarios:

MANOLO dijo...

No podía esperar menos por tu parte GEORGE!!

Ahora quieres que me lleve de vacaciones a mi santa nada menos que al Yucatán y has de saber que, con mi sueldo lo único que puedo ofrecer a mi santísima esposa (que yo idolatro) es llevarla al pueblo con los niños y la suegra.

Y que conste que si fuera por mi hasta cavaría zanjas por tenerla contenta pero la vida es así y yo no puedo ofrecerle más de lo que le ofrezco: amor, fidelidad y respeto.

Ahora, lo de las haciendas estas tiene una pinta cojonuda, eso sí.

JEAN LUC dijo...

Mi próximo vuelo intercontinental tendra SEGURO destino Yucatán.

Gracias GEORGE.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
yanmaneee dijo...

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