CERDEÑA: LA COSTA ESMERALDA

Parece que GEORGE tenga una fijación por Italia. Es posible que haya algo de cierto, pero también es verdad que Italia -como por otra parte todo el Mediterráneo- reune los lugares de la tierra más cercanos a la idea que el ser humano tiene del paraíso terrenal.

La COSTA ESMERALDA es sin duda la zona más famosa de la isla de Cerdeña, por sus espectaculares costas, sus colores y sus campos perfumados por su flora autóctona. Portada de las revistas del corazón, es sin duda el último y auténtico refugio de los ricos y famosos del mundo entero que por un extraño azar de la vida consiguen mantener su intimidad que en otros lugares es cercenado por los mercenarios "papparazzis", que asaltan sus vidas con una libertad malvada.

La Costa Esmeralda está dibujada por rías que encierran pequeños pueblos y bellísimas playas casi salvajes.

Las dos poblaciones más "chic" de la isla son sin duda PORTO CERVO y PORTO ROTONDO. Construídas ambas a mediados de los 60, cuando el Príncipe Karim Aga Khan escogio la zona para realizar su proyecto soñado: un centro de veraneo internacional para bolsillos económicamente privilegiados del mundo.

Su sueño se cumplió en su totalidad y hoy ambas localidades son visitadas y habitadas por magnates, árabes, artistas, deportistas, modelos y VIPs internacionales. La piazzetta, la passeggiatta y la sottopiazza de PORTO CERVO reune el mayor número de ricos por metro cuadrado del planeta. GEORGE, adicto como poco a las compras experimenta un placer inusual cuando camina por este verdadero paraíso de las compras que resulta ser esta bellísima localidad construída por los arquitectos más celebres del mundo con la única consigna de preservar por siempre la naturaleza y no destruír el paisaje elegido por los dioses.

PORTO ROTONDO es un rincón paradisíaco donde el azul del mar es tan intenso que hiere de tanta belleza. Es posible que por ello la pequeña cala que prosigue su camino y que hoy lleva el nombre de Cala Ira, se convirtiera -aun hoy lo es- en la residencia permanente de esa gran dama que ha sido y continua siendo Ira de Fürstenberg.

A la hora de detenerse para saciar el apetito, GEORGE os recomienda unos espaguetti a le vongole -recien extraídas del agua- acompañado de allguno de los ricos caldos del lugar: Cannonau, Monica, Vermentino o Nuragus y finalizar el ágape con alguno de los riquísimos quesos sardos de oveja, solo aptos para estómagos acostumbrados a su fuerza inusitada y que al igual que los quesos de la isla hermana y vecina de Córcega y tan bien parodiado fue por Albert Uderzo y Renné Goscinny en su libro "Asterix en Córcega" solo aceptan ser consumidos por personas que aman la comida auténtica. Finalizar la fiesta con una copa helada de sughuero, el aguardiente local es una experiencia única.

Para alojarse en este paraíso GEORGE prefiere la pequeña isla vírgen de la Madalena, en la costa norte. Uno delos pocos lugares del Mediterraneo que pueden ofrecer una relajación absoluta. Cuando uno llega al HOTEL CALA LUNGA tiene la sensación de haber desembarcado en uun tesoro escondido. Un exterior que se funde con la tierra y un interior en blanco inmaculado dan la bienvenida al humilde viajero.

Por una vez y sin que siente de precedente, GEORGE se decanta por un albergue de toque minimalista (GEORGE de vez en cuando tiene esas debilidades que se suelen repetir también en las islas griegas). Muebles de forja, baldosas rústicas de color crema, baldaquinos de lino... dejarse llevar por la banda sonoro de las olas del mar y empaparse del mejor sol del Mare Nostrum son las únicas ocupaciones que deben llenar el día cuando -como el marino Ulises- uno recala como atraído por las sirenas en las blancas y finas playas de arena absolutamente privadas y solo accesibles para los privilegiados huéspedes de las 74 habitaciones del hotel.

Son esas pequeñas cosas que a GEORGE le ayudan a vivir y a entender el sentido de la vida. Cosas sencillas en esencia pero extrañas y dificiles de encontrar en este mundo complejo de hoy.