EL SOMBRERO, UN PLACER A RECUPERAR

La definición más básica de un sombrero es que se trata de una prenda de vestir que se utiliza para cubrir la cabeza del sol. GEORGE os asegura que no puede vivir sin ellos. Para él, la cabeza descubierta se reserva para contadísimas ocasiones, puesto que no se siente "vestido" si no tiene en su cabeza un magnífico ejemplar en cualquiera de sus estilos, dependiendo del acto, la época y la temperatura de la ocasión.

Los sombreros se diferencian de las gorras por ser más elaborados, tener una corona allta y ser más largos. Se utilizan desde hace mas de dos siglos y pueden estar fabricados con gran variedad de materiales como la lana, piel, fieltro, cuero y paja.

(todas las fotos de http://www.sombrerosygorras.com/)

Las partes más comunes de un sombrero son:

Corona: la porción que cubre la cabeza.

Borde o ala: la proyección de un material tieso que recorre horizontalmente la circunferencia.

Banda suave: parte interna, que toca directamente a la cabeza.

Cinturón: material que se encuentra entre la corona y el borde y que sirve para darle forma.

Visera: proyección de material tieso en el frente que sirve para dar sombra.

Existen multitud de sombreros, pero en esta página en que hablamos de elegancia y estilo debemos concretarnos especialmente en tres:

BORSALINO, FEDORA y PANAMÁ.

El BORSALINO es un sombrero hecho de fieltro y tiene una cinta anudada al lado izquierdo. Aunque inicialmente sus colores eran el gris y el negro, BORSALINO ha hecho estilo, como buen producto italiano y hoy son infinidad los tonos es que podemos encontrarlo. Es un producto de muy buena calidad y sus precios oscilan entre los 70 y los 1.800 euros, dependiendo del diseño y la calidad. Se distinguen porque su corona termina de manera más triangular que el resto.

El FEDORA: es muy similar al anterior, pero suele ser fabricado en fieltro de lana, al contrario del BORSALINO que su fieltro es de piel. Son mucho más flexibles que los BORSALINO y suelen utilizarlo caballeros de edad más avanzada.

El sombrero ha sido signo de distinción desde su creación. Humphrey Bogart, Gary Cooper, Cary Grant, David Niven, Laurence Olivier, Robert Mitchum, Charles Laughton y cientos y cientos de actores fueron fieles seguidores de la costumbre de llevar sombrero, ya fuera italiano o de producción norteamericana -STETSON-. Hoy, quien los prueba repita y no sabe salir a la calle sin ellos. ¿Te quedarás sin probarlo tú?

El PANAMÁ o JIPIJAPA es un tradicional sombrero con ala que se hace de las hojas trenzadas de la palmera Carludovica palmata. A pesar de su nombre, los sombreros genuinos de PANAMÁ se hacen en Ecuador.

Su nombre viene del hecho de que alcanzaron relevancia durante la contrucción del Canal de Panamá, cuando miles de sombreros fueron importados de Ecuador para el uso de los trabajadores de la construcción. Cuando Teddy Roosevelt visitó el canal usó dicho sombrero y lo convirtió en símbolo de distinción, lanzándose todos los norteamericanos a su uso durante los días del verano.

La ciudad ecuatoriana de Cuenca es el productor principal; sin embargo la ciudad de Montecristi tiene la reputación de producir los sombreros de calidad más fina, tema éste muy discutido.

Hay dos procesos en su creación: el tejido y el bloqueo. La mejor manera de calibrar la calidad es contar el número de fibras por pulgada cuadrada. Menos de 300 se considera de baja calidad. Los más costosos (por encima de los 1.800 euros) poseen entre 1.600 y 2.000 fibras. La calidad media oscila entre los 300 y los 1.600. Hoy en día los sombreros PANAMÁ siguen proporcionando un sustento seguro a millares de ecuatorianos pero sólo una docena de tejedores son capaces de producir los SUPERFINOS DEL MONTECRISTI, capaces de ser doblados y ser pasados por un aro de servilleta, para luego desdoblarlos y permanecer inalterables.

Entre la lista de sus portadores más famosos encontramos al ex-primer ministro de Gran Bretaña, Sir Winston Churchill, y actores tan famosos como Frank Sinatra, Dean Martin o Robert Redford.

Yo, no puedo pasar un verano sin utilizarlo a diario... ¿y tú?